Nuestra historia
Misión
Hace 22 años cuando viví mi primer despertar espiritual fantaseaba con salvar al planeta, sentía que debía llevar el mensaje divino siendo como Jesús. Para que el planeta sanara imaginaba que iba a ir por las calle tocando almas y sanándolas, logrando así crear el paraíso, esto desde mi ignorancia y a la vez desde una perspectiva mesiánica y egoica, ya que me sentía la elegida ¡Seguro estaba influenciada por creencias religiosas de un inconsciente colectivo, no cabe duda!
Obviamente ignoraba todo lo que hoy se. En la medida que he elevado mi nivel de consciencia, me di cuenta que a la primera que tenía que salvar era a mi.
Hoy por hoy en el año 2023 en el que nos hemos replanteado toda la estructura y propósito de Sanando el ser 999, puedo decir que tenemos como misión hacer que cada alma que llegue a aquí logre conectar con su esencia, descubra su gran potencial cerebral, su propósito divino, logre alinearse con la divinidad y depurar tanto su alma que se convierta en su propio maestro y llegue a despertar a otros, a fin que entre todos, podamos crear la gran red de “Dios en ti”
Tanto en la consulta privada como en la formación de sanadores, potencio a cada alma para que se transforme, trascienda y se ilumine por sí mismo, para que descubra, acepte y potencie su cuerpo de luz y para que el tránsito por las múltiples noches oscuras del alma sea lo más amoroso y rápido posible.
Mi mayor misión con este gran proyecto que lleva casi 15 años, es crear espacios de crecimiento y exploración del ser, el ser que eres tú, que soy yo y que construimos todos.
No hay mejor, ni mayor misión que lograr que cada quien sea, que cada quien viva y cada quien desde su Libertad de pensamiento y de elección álmica se convierta en su propio terapeuta, su propio Dios.
Como sé que este camino no se transita sólo y tampoco se puede transitar sólo, ofrezco mi experiencia, herramientas, preparación y dones para acompañar a quienes vibren en mi fractal, fractal que tiene el propósito divino de mostrar el camino hacia el equilibrio del amor: amor propio, amor a otros y amor a Dios.